Siempre pensé que tenía la respuesta a la pregunta de por qué estudiar medicina, que me sobraban los argumentos, pero ahora que lo pienso, pues llevo una hora y media delante de la pantalla del ordenador, y me está resultando difícil evocar esos argumentos que siempre pensé que estaban ahí, quizás me cueste ordenar mis pensamientos, lo mejor sería dejarlo para más tarde.
Vale, ya han pasado TRES HORAS, he ordenado mi habitación, elaborado mi lista de la compra, he hablado con mi madre, y acabo de ver un capitulo de LOS SIMPSONS, y supongo que ya no me queda nada mas por hacer, así que toca terminar la tarea que he dejado pendiente hace unas cuantas horitas, me pregunto porque me está resultando tan difícil hacerlo, supongo que es un ejercicio de reflexión que te obliga a sincerarte contigo misma, cosa a la que renuncie junto con muchas más cosas por falta de tiempo, obligada por el apretado ritmo que hay que seguir en una carrera como medicina: clases, practicas y exámenes y mas exámenes, y cuando por milagro encuentro algo de tiempo libre, lo único que me apetece es descansar y dormir, así que lo de reflexionar lo deje en un segundo plano hace ya unos años atrás, y fue precisamente cuando empecé esa AVENTURA , cambiando de país, cambiando de idioma, dejando atrás a familia y amigos y embarcando en un mundo totalmente nuevo, pensándolo ahora, debí de tenerlo demasiado claro como para decidir dar ese giro a mi vida solo por estudiar una carrera, teniendo en cuenta que solo tenía 17 años en aquel entonces, pero no me importaba, porque me gustaba la medicina (también me gustaba la literatura, la historia, el periodismo, aprender idiomas o ser jueza!), en definitiva me gustaba de todo, pero por algún motivo que desconocía he optado por el camino más duro, y si, fue muy duro, mucho más de lo que había pensado, no tardaron mucho en llegar los suspensos, los lloriqueos y la desesperación, iba 10 pasos atrás de mis compañeros, tenía que esforzarme el doble para conseguir la mitad, y eso acaba hundiéndote cada vez más, mi mejor compañero en mis 2 primeros años de carrera fue un DICCIONARIO, ahora cuando por casualidad abro el cajón y me lo encuentro, me invade una sensación agridulce, recuerdos malos y también buenos, malos como la vez que estropee sin querer un microscopio en las practicas de biología en aquel lejano primer año de carrera por no entender bien las instrucciones de la profesora y haber tenido que aguantar una bronca ejemplar (eso sí, sin entender bien lo que decía!!) y también buenos por ver como mis compañeros me defendían (tampoco entendí bien lo que dijeron, pero esas cosas se sienten),y con el paso de los años me di cuenta de que todo lo vivido tanto académica como personalmente me ayudara a ser la profesional que quiero ser en el futuro.
Creo que mis motivos para estudiar medicina han ido cambiando a lo largo de mis años de estudio, lo que empezó siendo un desafío a mis propias capacidades y un acto de rebeldía diciéndome que puedo con todo lo que me proponga a en los primeros años de carrera, dio paso a múltiples “excusas” para aguantar la dureza del proceso sin que pase un día en el que no piense en que no debo abandonar porque la medicina es lo mejor ,y que se ayuda a la gente ,y se gana dinero y se logra el respeto de la sociedad, y cuanto más me acercaba a mi meta menos tiempo dedicaba a pensar en porque estoy estudiando medicina, la estaba estudiando y punto, hasta que llego un momento de mi vida en él que todo empezó a cobrar sentido, cuando un ser querido se le diagnostico un tumor maligno, y cuando eso sucede, tu mundo se derrumba, la angustia te ciega, se suponía que era estudiante de medicina, el pilar en él que se apoya mi familia, pero fue al revés, fui la que peor llevo el proceso, odiaba saber tantos detalles, envidiaba la “ ignorancia” de los demás, pero cuando por fin el proceso termino y se logro vencer a la enfermedad me pare a pensar y me di cuenta de que no hubiera sido posible si no fuera por la existencia de UN MEDICO, una persona que probablemente también un día pensó en rendirse bajo la presión de una carrera tan exigente y dura, pero no lo hizo, y estuvo ahí justo en el lugar oportuno para salvar la vida a mi PADRE, y hacer posible que una chica pudiera tener a su padre junto con ella el día de graduación, y el hecho de pensar que yo también podría hacer lo mismo con alguien algún día me basta y me sobra para creer que estoy en la mejor carrera del mundo, para llenarme de valentía para afrontar todo obstáculo que se interponga en mi camino y reafirmar con certeza de que si volviera a nacer volvería a escoger el mismo camino, lleno de lagrimas y tropezones pero también lleno de gratitud y satisfacción que ninguna otra carrera me habría proporcionado, y este argumento a día de hoy me es suficiente para pensar que todo el sacrificio habría valido la pena.
Maha Abderahim. 6° curso de Medicina. HUNSV. 2012/2013.
Vale, ya han pasado TRES HORAS, he ordenado mi habitación, elaborado mi lista de la compra, he hablado con mi madre, y acabo de ver un capitulo de LOS SIMPSONS, y supongo que ya no me queda nada mas por hacer, así que toca terminar la tarea que he dejado pendiente hace unas cuantas horitas, me pregunto porque me está resultando tan difícil hacerlo, supongo que es un ejercicio de reflexión que te obliga a sincerarte contigo misma, cosa a la que renuncie junto con muchas más cosas por falta de tiempo, obligada por el apretado ritmo que hay que seguir en una carrera como medicina: clases, practicas y exámenes y mas exámenes, y cuando por milagro encuentro algo de tiempo libre, lo único que me apetece es descansar y dormir, así que lo de reflexionar lo deje en un segundo plano hace ya unos años atrás, y fue precisamente cuando empecé esa AVENTURA , cambiando de país, cambiando de idioma, dejando atrás a familia y amigos y embarcando en un mundo totalmente nuevo, pensándolo ahora, debí de tenerlo demasiado claro como para decidir dar ese giro a mi vida solo por estudiar una carrera, teniendo en cuenta que solo tenía 17 años en aquel entonces, pero no me importaba, porque me gustaba la medicina (también me gustaba la literatura, la historia, el periodismo, aprender idiomas o ser jueza!), en definitiva me gustaba de todo, pero por algún motivo que desconocía he optado por el camino más duro, y si, fue muy duro, mucho más de lo que había pensado, no tardaron mucho en llegar los suspensos, los lloriqueos y la desesperación, iba 10 pasos atrás de mis compañeros, tenía que esforzarme el doble para conseguir la mitad, y eso acaba hundiéndote cada vez más, mi mejor compañero en mis 2 primeros años de carrera fue un DICCIONARIO, ahora cuando por casualidad abro el cajón y me lo encuentro, me invade una sensación agridulce, recuerdos malos y también buenos, malos como la vez que estropee sin querer un microscopio en las practicas de biología en aquel lejano primer año de carrera por no entender bien las instrucciones de la profesora y haber tenido que aguantar una bronca ejemplar (eso sí, sin entender bien lo que decía!!) y también buenos por ver como mis compañeros me defendían (tampoco entendí bien lo que dijeron, pero esas cosas se sienten),y con el paso de los años me di cuenta de que todo lo vivido tanto académica como personalmente me ayudara a ser la profesional que quiero ser en el futuro.
Creo que mis motivos para estudiar medicina han ido cambiando a lo largo de mis años de estudio, lo que empezó siendo un desafío a mis propias capacidades y un acto de rebeldía diciéndome que puedo con todo lo que me proponga a en los primeros años de carrera, dio paso a múltiples “excusas” para aguantar la dureza del proceso sin que pase un día en el que no piense en que no debo abandonar porque la medicina es lo mejor ,y que se ayuda a la gente ,y se gana dinero y se logra el respeto de la sociedad, y cuanto más me acercaba a mi meta menos tiempo dedicaba a pensar en porque estoy estudiando medicina, la estaba estudiando y punto, hasta que llego un momento de mi vida en él que todo empezó a cobrar sentido, cuando un ser querido se le diagnostico un tumor maligno, y cuando eso sucede, tu mundo se derrumba, la angustia te ciega, se suponía que era estudiante de medicina, el pilar en él que se apoya mi familia, pero fue al revés, fui la que peor llevo el proceso, odiaba saber tantos detalles, envidiaba la “ ignorancia” de los demás, pero cuando por fin el proceso termino y se logro vencer a la enfermedad me pare a pensar y me di cuenta de que no hubiera sido posible si no fuera por la existencia de UN MEDICO, una persona que probablemente también un día pensó en rendirse bajo la presión de una carrera tan exigente y dura, pero no lo hizo, y estuvo ahí justo en el lugar oportuno para salvar la vida a mi PADRE, y hacer posible que una chica pudiera tener a su padre junto con ella el día de graduación, y el hecho de pensar que yo también podría hacer lo mismo con alguien algún día me basta y me sobra para creer que estoy en la mejor carrera del mundo, para llenarme de valentía para afrontar todo obstáculo que se interponga en mi camino y reafirmar con certeza de que si volviera a nacer volvería a escoger el mismo camino, lleno de lagrimas y tropezones pero también lleno de gratitud y satisfacción que ninguna otra carrera me habría proporcionado, y este argumento a día de hoy me es suficiente para pensar que todo el sacrificio habría valido la pena.
Maha Abderahim. 6° curso de Medicina. HUNSV. 2012/2013.
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