La respuesta a la pregunta ¿Por qué estudiar medicina? puede abarcar tantas facetas como las que tiene la propia carrera en cuestión.
Por otro lado, desde que entré en la facultad hasta ahora, hubo una serie de lecciones aprendidas. Evidentemente, la visión que tenemos a los 18 años no nos permite interpretar adecuadamente las cosas, no obstante, esa ignorancia es la que nos ayuda a confiar en nuestros instintos y optar por un camino determinado. Y ESA DECISIÓN, se va reforzando en las siguientes etapas con nuestra madurez. Por lo tanto, es necesario a veces optar sin pensarse las cosas demasiado, y eso nos hace más felices. Por mucho que nos imaginemos cómo pueden ser las cosas en medicina, no van a ser iguales. Con los años se aprende la paciencia, ya que la medicina es una carrera que hay que contemplar a largo plazo. Son muchos años de estudio, esfuerzo, experiencias y sobretodo madurez los que necesitamos para llegar a ser Médicos. Y es que cuanto más tarda en llegar la recompensa, tras un camino largo de obstáculos y perseverancia, más grande es. Es verdad que algunos de nosotros una vez comprometidos con la medicina, decidimos sacrificar ciertos talentos personales como pueden ser la música, la narración, algún deporte o cualquier otro, como es mi caso.
En mi caso, la elección no ha sido tan influenciable por el entorno; fue más bien una decisión con un matiz de rebeldía. He crecido en una familia de ingenieros, en donde tuve que imponer mi visión propia de lo que puede ser UNA PROFESIÓN o una ocupación que va a ser De Por Vida. Es decir, lo más estable que el uno va a tener y que va a determinar su forma de ver las cosas, su personalidad, sus intereses a distintos plazos y sus oportunidades de tener acceso a la ayuda de los demás. Teniendo en cuenta mi punto de vista de la vida, elegí LA MEDICINA como principal dedicación. Y yo personalmente la defino de la siguiente manera: "la Medicina no es una carrera, ni mucho menos. Es una actitud, un estilo de vida, una forma de ser anti-egoísta del ser humano. Exige voluntad, valor y sacrificio. No buscamos ser médicos; la medicina busca y elige quién es digno de ser médico."
Eso dicho, luchar por lo que quieres, sacrificar tu tiempo, tu juventud, tu generosidad, tu esfuerzo, etc. por una buena causa, ayudando a los demás en lo más apreciado de la vida; la salud y el bienestar a distintos niveles, no tiene precio. No es un producto que vendemos, ya que el que busca negocios e intereses de índole materialista, quizás a mi entender, se equivocó en la elección y eligió el camino más largo, aumentando su probabilidad de padecer a la larga un síndrome de Burn Out.
Por otro lado, desde que entré en la facultad hasta ahora, hubo una serie de lecciones aprendidas. Evidentemente, la visión que tenemos a los 18 años no nos permite interpretar adecuadamente las cosas, no obstante, esa ignorancia es la que nos ayuda a confiar en nuestros instintos y optar por un camino determinado. Y ESA DECISIÓN, se va reforzando en las siguientes etapas con nuestra madurez. Por lo tanto, es necesario a veces optar sin pensarse las cosas demasiado, y eso nos hace más felices. Por mucho que nos imaginemos cómo pueden ser las cosas en medicina, no van a ser iguales. Con los años se aprende la paciencia, ya que la medicina es una carrera que hay que contemplar a largo plazo. Son muchos años de estudio, esfuerzo, experiencias y sobretodo madurez los que necesitamos para llegar a ser Médicos. Y es que cuanto más tarda en llegar la recompensa, tras un camino largo de obstáculos y perseverancia, más grande es. Es verdad que algunos de nosotros una vez comprometidos con la medicina, decidimos sacrificar ciertos talentos personales como pueden ser la música, la narración, algún deporte o cualquier otro, como es mi caso.
Dejé atrás un pasado en el que aparentemente mis esfuerzos tenían más mérito y reconocimiento que ahora. Dicho de otro modo, aunque era muy buena estudiante, destacaba por otras cualidades. Sin embargo, tenemos que entender que en el momento en el que emprendemos el trayecto más difícil para nosotros en particular, nos decidimos desafiar nuestras posibilidades, y eso nos abre nuevas experiencias. Y para acabar, decir que un esfuerzo sin sacrificios o una opción sin dificultades no nos satisfacen realmente. Y eso es muy importante entenderlo en medicina.
Sophia Lahata. Alumna del Hospital Universitario de Valme de Sevilla.
Tienes toda la razón
ResponderEliminarLa medicina es una maravilla que Dios creo
Increíble
Hola: me asomo a la ventana del ordenador, que me abre a poder compartir con vosotros, desde mi perspectiva profesional, que ya son años los que han caido, lo agradecida que estoy a poder seguir estando en la profesión médica.
ResponderEliminarSería difícil para mi remotarme a los motivos que me llevaron a estudiar medicina, pero leyendo algunas de vuestras extraordinarias reflexiones, una se anima, y ve que hay un magnifico empuje que viene y que es imparable, a pesar de los desánimos por los que pueda estar pasando la profesión médica.
A mis 18 años, fueron muy parecidos los motivos que se van comentando en el blog por los que estudié medicina, y desde los 56 años que tengo ahora, y con la experiencia que dan los años y el pasar de la vida como alumna primero, médico y profesora después, paciente, acompañante de pacientes y familiares en momentos de fragilidad y debilidad etc,etc....sigo pensando que "merece la pena" vivir acompañando todo este periplo profesional, al lado de los pacientes, de las familias de los neonatos ( a los que le he dedicado y dedico gran parte de mi vida) y ahora en una situación de gestión sanitaria, sin muchos recursos, sigue siendo muy valioso, mantener el ánimo y las ganas de seguir trabajando porque la medicina sea una gran profesión, una magnifica forma de estar en la vida y una reivindicación del mejor derecho a la salud que debemos compartir para todos.
Y como dice Sophia, la alumna de Valme, hay mucho esfuerzo y sacrificio, donde a nuestros seres queridos también le "robamos" mucho tiempo....pero es la generosidad también del que nos acepta, de la forma y manera que queremos ejercer nuestra profesión.
Os animo a seguir y tomar todos los relevos necesarios, para que la Medicina sea y siga siendo una gran profesión.
Gracias a todos y a todas por vuestras reflexiones, a mi, personalmente, me dais mucho estimulo para continuar y para saber que los esfuerzos de los que vamos dejando paso a vosotros, valen y merecen la pena.
Dra Josefa Aguayo Maldonado
Profesora Asociada US. Pediatría
Jefa de Neonatología. HUV Rocio. Sevilla