Después de tantos años de carrera cuesta un esfuerzo poner mirar atrás para recordar que nos ha llevado hasta aquí. La verdad llegado este punto parece que ha quedado olvidado, aunque realidad, cada uno lo lleva interiorizado sus propios motivos, su propio transcurso de años de estudio, o valores que espera alcanzar en la profesión de médico. Y yo ahora estaba contenta de haber llegado a la parte final, de cumplir una meta, tengo que rememorar no sé ni por dónde empezar.
Aparentemente algunas personas dirán que desde anteriormente a lo que yo recuerdo, pero para mí parte de otro punto más lejano, parte desde mis quince años, lo tenía más que claro, quería estudiar Medicina. Lo tenía decidido, es más era el único futuro que veía en mi camino, así que me puse manos a la obra, cambie de instituto, me apunte a clases particulares, y todo para llegar la ansiada nota de corte.
Después de conseguir acabar satisfactoriamente la selectividad, quedaba la época de las inscripciones, y llego final de agosto y aun no tenía respuesta de ninguna de todas las universidades del país, solo enormes listas de espera de suplente numero quinientos. Pero bien con mucha paciencia y algo de suerte entre en una las universidades, que tenía en mente y no muy lejos de mi ciudad.
La verdad no sé si mis motivos una vez finalizada la carrera se parecerán en algo a aquellos que me llevaron hasta aquí. Desde pequeña siempre he sido muy observadora y he tenido curiosidad por aprender todo aquello que me fuera nuevo o desconocido. Uno de mis dibujos animados preferidos era precisamente ”El cuerpo humano”, y me doy cuenta de que las cosas no han cambiado mucho desde entonces, me sigue encantando estudiar el funcionamiento del cuerpo humano.
Me gusta porque es una ciencia dinámica, dónde siempre hay nuevas retos, investigaciones y descubrimientos, dónde se trabaja cada día para conseguir avances en el tratamiento y el cuidado de los pacientes, dónde se intenta mejorar en la calidad de vida de las personas.
Para mí, medicina es una carrera de tantas que pude haber escogido, una profesión de tantas, como tantas personas hay en el mundo, y no creo que por muy médicos que todos seamos, nos comportemos igual en una consulta.
Para mí ser médico es una forma de ser, de preocuparte por los demás, de tener una oportunidad de ayudar a otras personas cuando más lo necesitan, de que tus conocimientos puedan serles útiles a alguien. Es más que tener una memoria de elefante, que es capaz de retener un número indefinido de conceptos y porcentajes. Es ser empático con los demás y saber cómo tratarlos y saber lidiar con sus problemas, como te gustaría que se comportaran contigo.
Para mi esta es la única forma de hacer medicina que se me pasa por la cabeza, y cuando observo otras formas que no se acercan a lo que yo siento que debe de ser, es cuando se convierte en una forma de trabajo como otra cualquiera.
Alumna de 6º curso de Medicina del Hospital Universitario de Valme. Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla.
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