Resulta muy complicado explicar los motivos por los que me
decidí a estudiar medicina, a pesar de que siempre he tenido muy claro que no
podría dedicarme a otra cosa. Desde bien pequeña a la pregunta “¿qué quieres
ser de mayor?” siempre respondía “yo, médico”, a lo cual mi madre siempre
apuntaba: “pues como no estudies vas a ser la que reparte los números”. Razón
no le faltaba.
Ahora, a punto de terminar la licenciatura, y a pesar de
estar cada año más desilusionada con la carrera en general, sigo teniendo claro
que no podría dedicarme a otra cosa que no fuera la medicina. Más que un
trabajo considero un regalo poder ayudar a las personas.
Poder ofrecer apoyo, ayuda, consuelo y dar esperanza a
nuestros pacientes es el principal motivo que me empujó, a lo que sin duda se
le suma el conocimiento que requiere. Existen mil formas de ayudar a los demás,
sin duda, pero hacerlo desde la ciencia y la comprensión de la técnica, la
investigación y el continuo reciclaje para ser competentes fue lo que terminó
de convencerme. La dificultad, para ser sincera. Me gustar sentir que soy o
seré capaz de hacer algo que no todo el mundo podría hacer, porque lo he
luchado y me lo he ganado a pulso,
compitiendo con los mejores estudiantes para llegar donde sea que lleguemos.
A medida que se acerca el final (de la carrera) todo el mundo
quiere saber por cual especialidad me decantaré. Aun no lo tengo claro. Lo que
sí sé, es qué clase de médico NO quiero ser. Da igual que seamos microbiólogos,
cirujanos, otorrinos o médicos de familia, considero que es importante que
seamos profesionales competentes, y no solo eso, que no seamos esa clase de
médicos que vemos en demasiadas ocasiones en las prácticas, que no mira los pacientes a los ojos, que no saben ni
como se llaman, y que están deseando “echar el cierre”.
Decidimos estudiar medicina por muchos motivos, pero ahora
que ya casi terminamos, espero que seamos todos consecuentes de lo que ello
conlleva, pues de nosotros dependerá algo tan importante como la salud y la
vida de las personas.
Alumna de 6º curso de Medicina del Hospital Universitario de Valme. Sevilla.
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