La verdad es que comenzar a escribir estas líneas ha sido una
tarea bastante difícil para mí, pues a lo largo de estos 6 años me he
preguntado varias veces cómo he llegado hasta aquí, puesto que unos años atrás,
en mi época más rebelde, estaba convencida de que, lo que tenía que estudiar
eran ciencias medio-ambientales y ser activista de Greenpeace, Amalur…lo que
hiciera falta para salvar el planeta! Pero hubo un momento en el
camino en el que esa idea se fue disipando en mi mente y me adentré en un mar
de dudas, era buena estudiante, me gustaba todo y nada, las ciencias y las
letras, tenía todas las puertas abiertas…En el último momento, ante el
ordenador y ante la atenta mirada de la secretaria de la universidad, decidí
que iba a estudiar medicina.
Nuestra orientadora (o
desorientadora, como la queráis llamar) siempre nos decía que nos imaginásemos
dentro de unos años desempeñando el trabajo para el que nos íbamos a formar y
pensar si de verdad nos gustaría hacerlo todos los días. La verdad es que no me
visualicé a misma como una gran cirujana o como una doctora de gran prestigio,
sino que estaba en una consulta charlando con el paciente e intentando ayudarle
en los problemas que tuviera. En la imagen que compuse
en ese momento tampoco estaba curando ninguna terrible enfermedad. Curar un
cáncer, una rodilla rota, salvar a un paciente que está entre la vida y la
muerte…es algo increíble y forma parte de la medicina. Sin embargo, muchas
veces se nos olvida que nuestra profesión implica mucho más que eso. Creo que
hacer que alguien deje de fumar, explicarle cual es la alimentación más
adecuada para su estado de salud, recordarle que tiene que hacer ejercicio,
reprocharle que le sobran algunos kilos… es algo que está implícito en nuestra
labor ya seas cirujano, neurólogo o médico de familia.Hoy por hoy, lo que más me motiva y me satisface es pensar en que gran parte de mi trabajo consistirá en CUIDAR DE LOS ENFERMOS Y ENSEÑARLES A QUE CUIDEN DE ELLOS MISMOS Y LOS DE SU ALREDEDOR, animarles cuando estén pasando por alguna dificultad… Ahora que lo pienso, no estaba tan desencaminada con 15 años puesto que al final solo he hecho el cambio de cuidar del planeta a cuidar de las personas.
Aunque sé que esta es una visión muy idealizada y muchas veces todo este brillo se ensucie por pesadas labores administrativas, desbordamiento de trabajo, pacientes con un trato difícil…Estoy muy ilusionada por comenzar con esta nueva etapa e intentaré formarme lo mejor posible para desempeñar mi labor lo mejor que pueda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario