Existen múltiples motivos por los que una persona empieza la
carrera de medicina (y no siempre la acaba), porque es muy prestigiosa, porque
exige mucha nota para entrar (y yo tengo un 10) o porque sus familiares lo
presionan para que lo haga, etc. En mi caso es muy simple, quiero ser médico.
Cuando somos pequeños, todo el mundo nos pregunta que
queremos ser de mayores, a que nos queremos dedicar, sin embargo cuando en la
adolescencia esa decisión está cercana, lo que nos preguntan es que queremos
estudiar. Mucha gente se ve influenciada por su entorno, sus familiares o
amigos, para estudiar una carrera u otra según lo larga que sea, difícil,
prestigiosa o simplemente la nota de corte que exige para entrar. Esto es en
muchos casos un gran error, pues la carrera no tiene porque corresponderse con
la vida laboral a la que va a conducirnos.
Al final debemos volver a la pregunta que nos hacían de
pequeños, ¿Qué queremos ser? Eso es lo que realmente importa, a que queremos
dedicar el resto de nuestra vida, y una vez que lo decidamos esforzarnos al
máximo para conseguirlo.
En mi caso, quise ser “arreglador de juguetes”, “piloto de Helicóptero”,
“pintor”,… pero fue cuando tenía unos 9 años cuando vi por primera vez a mi
padre intervenir a una niña de mi edad de apendicitis. Desde ese momento ya
supe que quería ser médico. Resolver los problemas y enfermedades de los demás
con mis conocimientos y habilidades, ser el apoyo imprescindible en todo grupo,
en la sociedad.
Con los años se reafirmó mi decisión y cuando en el
bachillerato, como a todos, me preguntaron que quería estudiar mi respuesta
fue:
“¿Qué hay que estudiar para que le dejen a uno ser médico?”
No me importaba que fuera una carrera dura, sacrificada,
difícil y que seguramente no fuera a parar de estudiar en muchos años. Era lo
que necesitaba para ejercer la profesión que había elegido y nunca nada ni
nadie ha conseguido desmotivarme.
Ahora que estoy tan cerca de cumplir mi objetivo, recibir la
licencia para ejercer la medicina, aparece una nueva motivación: Ser un buen
médico, es ahora cuando toca esforzarse por hacer un buen MIR formarse bien
como residente y comenzar la vida que llevo tantos años soñando.
RMB.
Muchísimo ánimo para el MIR, y enhorabuena por haber llegado hasta ahí.
ResponderEliminarEn mi caso, desde muy pequeña he querido estudiar medicina y ser una buena cirujana, salvar vidas en operaciones difíciles. Cada vez que pisaba y piso un hospital, y veo a todos esos médicos me motivan, me dan más razones para querer dedicarme a ello.
Ahora mismo estoy en bachillerato y veo difícil alcanzar esa nota. Por suerte, he encontrado un plan B si la nota no me llega para entrar a la de Sevilla, que espero que sí. En el caso de que no me llegue, me iré a Murcia, donde te piden un 9 de 14.
Pero eso ahora mismo no importa, lo que sé es que no voy a dejar escapar ese sueño de hacer medicina, por una nota.
Tienen mucha razón ambos. Les deseo mucha suerte. Yo también desde niña quise estudiar medicina, jugaba a ser doctora, me encanta ayudar a las demás personas, me gusta mucho física, biología y química, este es mi ultimo año de bachillerato; soy una persona sociable y me involucro mucho con las demás personas y por eso me surge el miedo de si que tal se me muere algún paciente o si aparece alguien con un cáncer fulminante! =(
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