Llevo toda una vida intentando encontrar los motivos reales por los cuales me dispongo a realizar este tipo de estudios, sacando miles de conclusiones a raíz del pensamiento, pero creo que uno de los motivos más importantes es poder ser de ayuda al resto de personas sin importar sus condiciones, por sentirme realizada sabiendo que la gente, en un futuro no muy lejano, pondrá en mis manos su confianza y algo tan valioso como lo que más, su vida. También me gustaría destacar la satisfacción que esto conlleva, y lo que significaría para mí el eterno agradecimiento de una persona por algo que he hecho por ella, gracias a mis conocimientos y el obrar de mis manos.
Siempre he querido ser médico, cuando digo siempre, quiero decir desde que tengo uso de razón, cuando apenas sabía unir cuatro palabras ya admiraba a la persona que estaba detrás de la mesa de la consulta como a ninguna otra persona, supongo que será algo relativo a eso que se llama “vocación”. También, por mis vivencias personales, por haberme sentido inútil en casos extremos como el fallecimiento de un familiar cercano sin haber podido hacer nada por procurar que no se produjera lo inevitable, o al menos, que el paso de la vida a la muerte fuera mucho más digno.
Es cierto que la carrera guarda una alta dificultad en cuanto a sus contenidos, coste tanto en horas, como económico, ya no solo en el pago de tasas, sino teniendo en cuenta el transporte, los miles de apuntes, etcétera, aunque eso no me desmotiva para seguir adelante.
He descubierto en escasos meses que esto es lo que siempre he querido, a pesar de mis escasos conocimientos sobre la verdadera medicina. Sí, puedo decir que la medicina me ha hecho sentirme plena, y sentirme mucho más feliz de lo que era antes de cruzar por primera vez las puertas del Instituto Anatómico de Sevilla, tras lo cual lloré de emoción, recordando a quien ya no está y quien hubiera dado su vida por verme haciendo lo que hago.
Muchas personas escogerán esta carrera por la remuneración económica que conlleva… No es un verdadero motivo para estudiar medicina, jamás me lo he planteado, teniendo en cuenta el valor de nuestros actos como profesionales sanitarios. Solo me queda seguir y luchar por lo que tanto me apasiona, pues solo así podré ser una persona completamente feliz y plena.
"La medicina ha cambiado mi vida.”
Rocío Fernández Gavira, 1º de Medicina en la Universidad de Sevilla