Los alumnos de la Facultad de Medicina de Sevilla reflexionan sobre las razones y las emociones que los motivan para estudiar medicina. Se invita a participar en el mismo a estudiantes de otras Facultades de Medicina u otras personas interesadas en participar en el mismo con sus comentarios (Students of the Faculty of Medicine of Seville reflect on the reasons and emotions that motivate them to study medicine. Are invited to participate in the students from other medical schools or other interested persons to participate in it with your comments). (Pablo Bonal Pitz).

Quizás también la confianza que mi médico de cabecera supone para mis padres haya sido la que me empujase.

Si hubiese una imagen que indicase el comienzo de mi empeño por estudiar medicina fue sin duda cuando apenas tenía 12 años. Mi padre me dejó un pequeño libro de cuando él estudiaba en EGB, especialmente el libro de ciencias naturales. Ese libro me fascinaba. Intentaba mirar todos los dibujos que había, pues todas aquellas parrafadas que tenía no podía entenderlas. Durante esa época me gustaba bastante pintar y dibujé así dos ilustraciones del libro: un aparato digestivo completo de un mamífero y la anatomía locomotora de un cuerpo humano.
Desde esa edad hasta un par de años antes de selectividad tampoco me preocupé de nada sobre mi futuro. Quizás, la idea que tenía de la medicina, cuando la vi como una verdadera opción, fue la figura del médico en la sociedad. Es una figura respetada y a la que se le da responsabilidades considerables en la vida de una persona. Aparte de ello, era alguien en el que se podía confiar y contar incluso los temores más íntimos. Quizás también la confianza que mi médico de cabecera supone para mis padres haya sido la que me empujase y afianzase esa idea.
Mis notas  en selectividad para entrar en medicina no quedaron a la altura en mi año y tuve que presentarme hasta tres veces en total para llegar a completar mi meta. El año entero que le dediqué a la selectividad fue un reto para mí, y creo que la idea que me mantenía firme era la que no encontraba nada más que me gustase o me produjera más curiosidad. Al final, logré entrar y comenzó una de las etapas más bonitas que he vivido. Sin duda, el mundo universitario es estupendo, me da lástima terminar de ser estudiante, aunque mis ganas por ejercer la medicina sean muy fuertes.
Sin extenderme más, mis motivos para estudiar medicina no difieren mucho de los que tenía de pequeño. Me gusta la figura que despierta un médico en un paciente, la resolución que supone ante los temores de una persona o la capacidad de poder levantar el ánimo a una persona angustiada por tener que soportar una afección crónica para toda su vida. Pienso que la profesión médica no es fácil y que será un reto importante para mí, quizás también otras de las razones por las que me gusta tanto esta carrera.
Joaquín Yanes Díaz. Facultad de Medicina de Sevilla. Hospital Universitario de Valme. Alumno de 6º del curso 2013-2014.

Printfriendly