Una nueva etapa en mi vida se
acaba y comienza otra mejor, siempre mejor. Llegados a este momento, doy
gracias por haber decidido estudiar medicina. Yo no soy de las personas que lo
tenían claro. Mi vida iba encarrilada hacia otro lado que nada tenía que ver
con la medicina.
Con tres años comencé a bailar y
seguí con mi formación en danza hasta finalizar el Grado Medio en Danza
Española. Compaginaba la danza y los estudios con buenas calificaciones en
ambas. Era muy feliz con lo que hacía y no me suponía ningún esfuerzo. Al
terminar el Grado Medio pensaba seguir bailando y estudiar algo relacionado con
la salud que me permitiera continuar en el baile. Me gustaba la fisioterapia ya
que era una carrera de tres años que podría sacármela a mi ritmo, dándole
prioridad a lo que realmente me gustaba, la danza.
Por el baile tuve que estudiar el
bachillerato nocturno y ahora pienso que me arriesgué mucho, ya que si no
hubiera sacado suficiente nota no estaría escribiendo estas líneas. Durante los
dos años de bachiller estuve de un lado para otro continuando mi formación en
danza. En ese momento me detuve a pensar si esa vida era la que realmente
quería llevar en un futuro y si no me arrepentiría de lo que iba a hacer. Muchos
recuerdos y pensamientos me invadían y reparé en algo que me dijo un médico
rehabilitador tratándome una lesión que tuve a consecuencia del baile: si
tienes buena nota y puedes llegar más alto, ¿por qué no lo vas a hacer?
El baile era y es lo que más me
gusta en el mundo pero no lo veía un buen futuro pudiendo tener otro mejor.
Finalmente decidí estudiar medicina con el pensamiento de especializarme en Rehabilitación
y Medicina del Deporte y así poder relacionarme de alguna manera con el baile
tratando las lesiones que se producen en los bailarines. Por este motivo entré
en medicina.
Con el paso de los años fue
imposible compaginar la carrera con mi nivel en danza. No tenía tanto tiempo para
dedicarlo a bailar, así que lo dejé por la medicina. Al principio pensé que me
había confundido y que estaba “loca” pero con el paso de los años piensas
fríamente y sabes que el baile siempre estará ahí, mi formación la tengo y volveré
a retomarlo, aunque la melancolía siempre queda.
A día de hoy no tengo tan claro
que llegue a estudiar rehabilitación porque hay muchas más especialidades que
me gustan. Me siento orgullosa porque sé que hice lo mejor y, aunque no haya
sido fácil llegar al final, he descubierto la profesión más gratificante que
existe.
Para terminar y como reflexión
pienso que el apoyo de mis padres fue vital para mí. Ellos sabían que era feliz
y me dejaron decidir en todo momento. De esa forma yo elegí el momento de cambiar
mi vida cuando me conciencié que eso no era lo que realmente quería. Siempre actué
como sentía, así que hoy estoy orgullosa de lo que hice y lo que hago porque yo
lo quise así.
Es una historia muy bonita y nos muestra que siempre debemos decidir lo mejor para nosotros y además que las cosas se hacen con gusto, puesto que uno elije una carrera no por lo beneficios económicos que nos pueda dar si no por que nos gusta y nos hace feliz, así como la medicina para usted... Agradezco que comparta estas historias con nosotros. Saludos desde Perú.
ResponderEliminarGracias por tu historia. Me encantó. Me siento identificada. Soy estudiante de medicina de segundo y me encanta la danza. Mi sueño es llegar a ser médico y bailarina, pero se que sería muy difícil implicarme profundamente en ambas. A veces es difícil y tengo dudas de si estoy haciendo lo correcto, o si me estoy complicando la vida y reprimiendo mis ganas de bailar por estudiar medicina. Pero por otro lado, me siento afortunada por tener dos pasiones que me llenen en la vida.
ResponderEliminarGracias por compartir tu historia. Me encantó. Me siento identificada. Soy estudiante de medicina y me encanta bailar desde siempre (la danza siempre me ha llenado el alma). Pero decidí estudiar medicina porque me dieron la oportunidad y quería la máxima formación posible y también me motivaba el hecho de poder ayudar a las personas y salvar vidas. Siempre he admirado a los médicos, me parecen superhéroes. Mi sueño es llegar a ser una buena médico y nunca abandonar el baile, aunque se que es difícil. Y me ha encantado leer tu historia, me he sentido comprendida. A veces dudo de si estoy haciendo lo correcto, o si estoy reprimiendo mi juventud y mis ganas de bailar. Es una carrera difícil y larga. Pero me siento afortunada por tener dos pasiones tan grandes que me llenen y me impulsen a crecer como persona y a vivir. Gracias de corazón.
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