Los alumnos de la Facultad de Medicina de Sevilla reflexionan sobre las razones y las emociones que los motivan para estudiar medicina. Se invita a participar en el mismo a estudiantes de otras Facultades de Medicina u otras personas interesadas en participar en el mismo con sus comentarios (Students of the Faculty of Medicine of Seville reflect on the reasons and emotions that motivate them to study medicine. Are invited to participate in the students from other medical schools or other interested persons to participate in it with your comments). (Pablo Bonal Pitz).

¿Maestra, arqueóloga o médico?, ahora me doy cuenta que al elegir medicina estaba envolviendo a la vez la esencia de las otras dos profesiones

Siempre he considerado preciso y necesario saber el por qué de las cosas, de las acciones y las decisiones de las personas, más cuando me atañen a mí misma. Lo ideal sería poder analizar la situación en todo su contexto y tomar la decisión más adecuada en ese momento. A pesar de ello, en la mayoría de las ocasiones estamos tan ensimismados y asfixiados por la velocidad a la que ocurren las cosas que a veces no nos queda más remedio que decidir casi sin pensar. Sin embargo, si no maduras qué es lo que vas a hacer antes de hacerlo es una de las mayores faltas que puede cometer contra ti mismo, mucho peor es no llegar a hacerlo nunca, por más que haya pasado el tiempo. Este es el motivo por el que me dispongo a escribir para mucha gente lo que llevo repensando y escribiendo para mí misma durante seis años: razones para estudiar medicina.

Escribir siempre ha sido una forma de ordenar mis ideas cuando las circunstancias de fuera casi no te dejan pensar, cuando todo se mezcla a tu alrededor y te cuesta recordar dónde estaba el comienzo y por qué continuas por el camino que iniciaste. Hay una frase en el libro “La quinta montaña” (Paulo Coelho, 1996) que dice: “Cuando estamos en lo alto de la montaña, somos capaces de ver todo pequeño. Nuestras glorias y tristezas dejan de ser importantes”. Es cierto, cuando alcanzamos la cima, todo lo vivido y sufrido para superar cada escalón pierde su valor en favor del placer que supone llegar a la propia meta, la deseada, pero no deberíamos de cometer el error de menospreciar esas glorias y esas tristezas soportadas porque son las que nos han hecho más fuertes para continuar, y las que nos han ayudado a tener claro que queríamos ser médicos. Si desde el principio este camino se hubiera presentado sembrado de rosas quizás hubiéramos continuado por él por el simple hecho de ser cómodo y no por esa motivación que puede y debe suscitar esta profesión.

Siento no poder decir que la idea de ser médico surgió desde pequeña, aunque eso no signifique que no estuviera en mí y quizás por mi edad no la había reconocido. Al pensar en el principio de todo, no me veo con ocho años queriendo ser médico, es más, no sabía porque algunos niños decían que querían ser médicos si a mí incluso me daban miedo. Recuerdo que en el colegio nos preguntaban continuamente qué queríamos ser de mayor y yo siempre respondía que quería ser maestra. Aun no sé muy bien el por qué pero sí recuerdo que me gustaba enseñar y poder ayudar de esa forma a mis compañeros. Cuando fui avanzando de curso e ingresé en el instituto comencé a impartir otras materias, entre ellas Historia, y fue entonces cuando creí encontrar mi verdadera vocación: quería ser arqueóloga.

Fue en bachillerato cuando me paré a pensar, y aunque eran miles las ideas que me venían a la cabeza, había una cosa entre todas ellas que si tenía clara, una condición que era indispensable: estudiase lo que estudiase quería que mis conocimientos pudieran servir para mitigar, en la medida de lo posible, las preocupaciones, las dudas, los dolores, etc., del resto de personas. Entonces ¿maestra, arqueóloga o médico? Y es ahora, cuando me doy cuenta que al elegir medicina estaba envolviendo a la vez la esencia de las otras dos profesiones.

Maestra porque cuando aprendo algo nuevo sobre salud o enfermedad me gusta contárselo a mi familia y/o amigos y cuando termino, a pesar de que puede parecer que es algo que puede estar alejado de sus intereses, ellos me piden que les cuente algo más. La medicina aporta conocimientos que no pasan indiferente ante las personas. Arqueóloga porque me gusta saber de los demás, cómo ocurrieron los hechos y por qué, saber sobre la historia de una persona y entonces comprender su presente. Y médico, porque no sólo basta con enseñar y conocer hay que saber actuar y aplicar todo lo aprendido con las habilidades que sólo la experiencia te puede dar. Quiero ser médico porque quisiera poder formar parte del de las personas. Esto puede que parezca un acto altruista, aunque en realidad pueda ser de los más egoístas “ayudar a los demás para sentirte bien contigo misma”, no es prestarle una ayuda a los demás sin más, es sentirte orgulloso de ti mismo y de tu profesión en cada buen acto. La carrera de medicina me ha dado el coraje y la valentía para no dejarme paralizar ante las adversidades, motivaciones que ahora son el pilar de mi autoestima y mi confianza para intentar, por todos los medios, ser médico, y más que eso, ser buen médico. He aprendido que las pruebas en la vida pueden ser complicadas, a la misma vez que necesarias para el aprendizaje, por eso debemos enfrentarnos a ellas, dar lo mejor de nosotros y si no estamos todo lo acertado que debiéramos, adquirir conocimientos y experiencia para saber que la próxima vez estaremos mejor entrenados. >Como decía al principio, en ocasiones es necesario parar y recapitular para no perder nunca el rumbo, aunque a veces,  durante la carrera, parezca que no todo el universo conspira para que consigas tu sueño, ser médico.

M.T.M.R.  6º de Medicina. H.U.V. VALME. Curso 2011/2012.

3 comentarios:

  1. me ha encantado tu escrito y lo valoro positivamente , aunq siempre pensare que lo tuyo por tu manera de platicar seria cantante o peluquera. muxas gracias por todo

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  2. me identifique con cada palabra, debo admitir que hasta senti que era yo quien lo escribe... muchos exitos, se que los tendras, y muchas gracias por compartir tu experiencia!

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  3. qiero ser doctora pero si me eQUIVOCO

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