Los alumnos de la Facultad de Medicina de Sevilla reflexionan sobre las razones y las emociones que los motivan para estudiar medicina. Se invita a participar en el mismo a estudiantes de otras Facultades de Medicina u otras personas interesadas en participar en el mismo con sus comentarios (Students of the Faculty of Medicine of Seville reflect on the reasons and emotions that motivate them to study medicine. Are invited to participate in the students from other medical schools or other interested persons to participate in it with your comments). (Pablo Bonal Pitz).

Actitud y vocación

En mi caso la medicina ha sido una vocación, más o menos manifiesta a lo largo de mi vida, desde pequeña cuando tenía que ir a un centro de salud o al hospital, se convertía en un momento especial, me fijaba en todo en cuanto cruzaba la puerta, las batas, los fonendos, todo el material de los carros de enfermería y cada detalle de las consultas, pero de todo, lo que mejor recuerdo es que me encantaba el olor a desinfectante. Me impresionaba ese ambiente desde que era una niña.  A los 6 años me operaron de una hernia inguinal, salvo por el dolor postoperatorio, para mí fue una excursión; pasillos, quirófano, me enseñaron los despachos, la sala de enfermería, y me dejaron escuchar por primera vez con un fonendo...

Sin embargo nunca dije que quería ser médico, ni estudié especialmente con ese fin, sólo estudié para mí, no te lo puedo explicar, simplemente sabía que lo sería, y lo mismo me ocurre con la especialidad, me apasiona la medicina en casi todos sus ámbitos, pero tengo la certeza de que he “nacido” para la cirugía.

Mi paso por estos 6 años de carrera ha sido armonioso, integrando tonos agudos y graves, esforzándome por conseguir lo que quería sin renunciar a nada que considerase importante, mi objetivo es vivir bien. Lo mejor de estos años y lo que ha facilitado todo, ha sido el excelente equipo de amigas y trabajo que hemos creado, ellas son las que han conseguido que la carrera sea una partitura y no una carrera de obstáculos, son parte de los cimientos del médico que llegaré a ser.

Durante el segundo ciclo, por fin hemos interactuado con los pacientes y los médicos, aprendiendo desde la forma de comportarse, de explorar, de tratar con los pacientes y los familiares, hasta a saber rellenar peticiones de rayos, de laboratorio o manejar Diraya, intentando ser una esponja y mantenerme activa, ¡Aunque sea para sacar pegatinas de la impresora!

 Me siento muy afortunada porque en estos años he tratado con médicos realmente implicados en la docencia (no todos), que han puesto a mi disposición su tiempo, sus conocimientos y sus ganas, convirtiéndose en mis modelos a seguir, y esperando que cuando me encuentre en su lugar, trate de la misma manera a mis futuros compañeros. Tengo muchas ganas de pasar a la siguiente etapa y vivir cara a cara la residencia. VPD.

3 comentarios:

  1. Yo tengo 16 años y tengo claro que quiero estudiar medicina, al igual que tú, siento esa pasión por los hospitales, sobretodo por la cirugía. Tu texto me ha animado muchísimo, si luchas por tus sueños puedes llegar a hacer lo que realmente quieres.
    ¡SUERTE CON LA RESIDENCIA!

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  2. Yo tengo 16 años y el proximo año tengo que ir a la U, tu mensaje es muy motivador y la verdad yo no me eh decidido pero la medicina es una de mis viciones , a lo que le temo es el no llegar a soportar tantos años estudiando y no poder terminarla.

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  3. No creo que sea suficiente que te apacionen los colores del uniforme las ambulancias el hospital . Sino lo mas importante es que sientas placer viendo feliz a una persona que ayudaste con un problema en su salud . Si tienes esa vocacion de sensibilidad por otros seras un buen medico.

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