Los alumnos de la Facultad de Medicina de Sevilla reflexionan sobre las razones y las emociones que los motivan para estudiar medicina. Se invita a participar en el mismo a estudiantes de otras Facultades de Medicina u otras personas interesadas en participar en el mismo con sus comentarios (Students of the Faculty of Medicine of Seville reflect on the reasons and emotions that motivate them to study medicine. Are invited to participate in the students from other medical schools or other interested persons to participate in it with your comments). (Pablo Bonal Pitz).

Porque Medicina?

Tal y como solicita le voy a ser totalmente sincero. Desde que era niño siempre dije aquello de quiero ser Médico, como podría a ver dicho bombero o piloto. Lo cierto es que nunca tuve escrúpulos en diseccionar insectos, incluso mi padre me regaló un buen microscopio para reyes. Mi ansia era el Saber, en el más amplio concepto de la palabra. Era la palabra. Era el niño esponja como decía mi padre. Con muy pocos años mi frase era ‘eso que finnifica?’, se puede hacer una idea de lo pedante y molesto que podía ser con 7 u 8 años. El tiempo pasa y ese gusto por el Saber se hace patente en la escuela con buenas notas y tal. Un buen día de 3° de ESO mi padre, que tiene una imprenta, saluda a un cliente que era de su pueblo y tenía una clínica veterinaria en mi barrio. El señor me invita el sábado a la ‘mañana de cirugía’ para estar de observador. Tras aquella experiencia le pedí volver el lunes para echarle una mano. Y así pase un año trabajando gratis todas las tardes como ayudante. Al comenzar 4° de ESO mi ’jefe’ me regala un curso de Auxiliar de Veterinaria y me empieza a pagar más como un abuelo que como un contratante. Adquiero responsabilidades, suturo, vacuno, biopsio ganado, atiendo partos de animales domésticos, etc... Mi nuevo objetivo..la Veterinaria. Aquello me fascinaba, me sabía y sé la anatomía de al menos 4 especies y con solo 16 años sabía y comprendía lo que era un peritoneo, había diseccionado animales de 20 kilos con órganos considerables y era técnico en Antidoping del Real Hipódromo de Pineda. El tiempo pasó y llegó el Bachillerato y con él mis grandes pasiones... la Química, la Física y la Historia. La Biología de bachillerato me resultaba de casi de niños porque había leído mucho sobre el cuerpo humano y la naturaleza. Pasa el Bachillerato, sin duda de mis años más divertidos y llego el momento de tomar decisiones serias. Papá quiero ser médico? o me gusta la veterinaria y las oportunidades laborales que me ofrece? Como imagina elegí papá quiero ser médico. No fue a lo loco. Era la multidisciplinariedad que buscaba. Física, Química, mi nueva pasión la Farmacología, Fisiología como lo máximo en mi curiosidad sin límite y otros campos que me gustan. Todo ello adornado con lo qué la idea de ser médico para un chico de 17 años significaba. El prestigio y la honorabilidad que conllevaba aquello.

Es curioso como esa última parte se pierde cada año que pasa. Cuanto inculto e insulso personaje se encuentra por nuestros hospitales. Hay médicos de todo tipo, como personas. Y estudiar una carrera con tanto ‘prestigio’ parece que no salva a la profesión de la popular expresión ‘hay gente para todo’. Poco a poco te vas desilusionando y tomando la idea de qué tú cambiarás todo eso, de que tu generación remodelará la profesión médica. Pero resulta que cada día eres machacado como estudiante por los profesores, sistema educativo, universidad y por supuesto también por compañeros. Cada día te apagas un poco, tu familia no entiende tu stress, casi no te puedes permitir una pareja y tus amigos curiosamente se acaban limitando a tus compañeros de clase. Que me queda decir después de todo esto tan poco ortodoxo y tan pesimista...Pues simplemente que mi único alivio son los pacientes y el Saber. Nunca dejaré de conocer cosas nuevas aunque no sean de medicina. Y para mi paciente yo seré, o esa será mi intención, un amigo, un consejo, una ayuda o todo lo que pueda hacer por él. Si no fuese por esto que le digo haría un par de años que habría dejado esta jaula de locos que es la carrera de Medicina y estaría en el campo curando vacas, estudiando Arquitectura, Química o arrepintiéndome por no estar donde estoy hoy. Por desgracia nunca lo sabré. Si seré buen médico? , que en esencia es lo que importa, pues sinceramente, y gracias a la docencia, no lo sé. Si lo dice mi expediente pues regular, si lo dice mi conciencia puede que bueno y si lo dice mi abuela pues el mejor del mundo. La verdad que a estas alturas poco criterio sobre mi mismo me queda. Espero que el MIR sea un aire nuevo en todo esto y la motivación nos la devuelvan ya que parte de la juventud nos la han robado sentados en una biblioteca.

En cuanto que haré...pues la empatía no es mi punto fuerte y lo sé. No soy buen psicólogo y hablar de cosas personales me incomoda, poco cariñoso y poco comunicativo. De algún modo inteligente y de pensamiento rápido. Funciono bien bajo presión y soy de nervios templados. Me gustan las especialidades médicas pese a mis inicios quirúrgicos, y mi especialidad por todo esto creo que es la Medicina Intensiva. Nadie me la recomienda, graznan y me dicen aquello de ‘te quemarás’ y yo digo que arderé feliz. Aunque sabemos que incombustibles haberlos haylos, sabe a quien me refiero. Con todo esto me despido y espero entienda el texto de la mejor forma. Para escribirlo he reflexionado un buen rato y no le mentiré diciendo que no he sonreído. Espero que le sirva también para reflexionar, y por supuesto para sonreír.
Isaac Peña.

2 comentarios:

  1. Genial, verdadero, provocador, auténtico, fresco. Nuestros mejores deseos para el autor del post y enhorabuena por el blog. Os re-postearemos en cuanto podamos.

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