Los alumnos de la Facultad de Medicina de Sevilla reflexionan sobre las razones y las emociones que los motivan para estudiar medicina. Se invita a participar en el mismo a estudiantes de otras Facultades de Medicina u otras personas interesadas en participar en el mismo con sus comentarios (Students of the Faculty of Medicine of Seville reflect on the reasons and emotions that motivate them to study medicine. Are invited to participate in the students from other medical schools or other interested persons to participate in it with your comments). (Pablo Bonal Pitz).

Porque me hace feliz saber que mi trabajo siempre ayudará a los demás.

Nunca he tenido buena memoria a la hora de recordar momentos de mi infancia. A menudo llegan como fragmentos difuminados a mi mente, pero hay algunas excepciones en tengo secuencias completas de hechos y conversaciones. Recuerdo muy bien ese momento, con tres años y en el colegio, en el que un grupo de profesores me preguntó el femenino de pato, que yo respondí pata, para inmediatamente preguntarme por el equivalente de pollo, y reírse con mi presumible respuesta. Inmediatamente después a eso me preguntaron qué quería ser de mayor, y recuerdo muy bien que se rieron cuando mi respuesta fue ser médico. Seguramente fue una risa de esas que nos salen a todos al oír decir a un niño pequeño algo gracioso, pero lo cierto es que a mí me extrañó. Son curiosas las cosas que uno recuerda.
Catorce años después me encontraba a las puertas de elegir facultad, y pese a haber tenido siempre clara mi elección me surgieron dudas; mis padres son médicos y tenía el temor de que ese hecho hubiera influido determinantemente en mis gustos. He de decir que a mi madre también le preocupaba. Estuve informándome de otras carreras, principalmente ingenierías, pero reflexionando llegué a serie unas conclusiones que me hicieron decidir. Y todas partían de una sencilla pregunta: ¿Qué podría estar haciendo las 24 horas del día sin cansarme, disfrutando, y deseando volver al día siguiente? Medicina fue de nuevo mi respuesta. No concebía nada más interesante, emocionante y sobre todo gratificante para hacer el resto de mí vida. Y entonces comenzaron a desgranarse más motivos, que se desprendían de la respuesta anterior: ayuda directa a las personas (aunque siempre he pensado que todas la profesiones ayudan a las personas), el trato con ellas, aliviar el dolor el sufrimiento, acompañar, así como la belleza de la materia que comprendía ese campo de conocimiento.

Ahora que estoy terminando la carrera, puedo decir que me alegro de la elección, y que todo eso que me motivó me emociona y me motiva a prepararme lo mejor posible para ser médico.

FIM

Porque no es mas ni menos importante

Porque no es mas ni menos importante que otras carreras, que la vocación también existe en la medicina, probablemente casi mas que en ninguna.

Todos sabemos que Medicina es una carrera dura y larga, y a veces poco gratificante (muchas horas de estudio y prácticas, y a veces poco tiempo para ti mismo), pero sin duda hay que mirar de cara a un futuro. Todas aquellas personas que verdaderamente tienen vocación de médico saben que, con sólo una práctica en el hospital con un enfermo, al que puedas interrogar, estudiar y ayudar, explica mejor el porqué, que mil palabras... satisfacción personal, sensación de sentirte útil con tus semejantes.... de verdad las personas con vocación de medico tienen que estudiar medicina para afirmar que el echo de ser medico es mucho mas positivo que todo el esfuerzo que haya que emplear para conseguirlo.

Por eso animo a todos aquellas personas que de verdad quieran convertirse en médicos a que se armen de paciencia y ganas y verifiquen que lo que digo es cierto, y recordad queexiste y se llega antes de lo que parece.

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