Los motivos para ser médico son más que saber medicina, es un compromiso con la salud de la comunidad, las personas y las familias en sus entornos, y con los valores humanos y profesionales de la medicina (The reasons for to be a doctor are more than know medicine, is a commitment to the health of the community, individuals and families in their environments). Ed: Pablo Bonal Pitz, Francisco Campa Valera, Josefa Aguayo Maldonado y Ana María Moreno Fdez.
Pretérito imperfecto
¿Cuándo decides qué quieres estudiar, estás decidiendo a qué te quieres dedicar el día de mañana?
Quizás, esa idea previa errónea que llevaba cuando rellené la inscripción de ingreso a la universidad, fue lo que me hizo que durante mis tres primeros años de carrera estuviera un poco perdido. Desorientado. Cada vez que iniciábamos una asignatura, decía seguro que en ésta ya se habla de medicina, pero que va, pasaba el tiempo, y nada de nada. Pero, ya en alguna asignatura al final de tercero, empecé a darme cuenta de lo que realmente era la medicina, no por lo que estudiaba, que también, sino porque empecé a visualizar esa idea que me hizo elegir esta profesión, y era el trato con el paciente.
Me di cuenta, que no me había equivocado, que aunque hubiéramos tenido que pasar casi tres años estudiando la carrera de “medicina”, sin ser medicina, lo que me imaginaba ya lo palpaba, y es que es muy gratificante como a una persona que no goza de la salud, simplemente escuchándola con una bata blanca puesta, sin apenas saber nada de medicina, te diga “muchas gracias, parece que ya estoy un poco mejor” después de haber pasado tan sólo dos minutos junto a ella.
Alumno
Era mi sueño desde pequeña
Mi familia me cuenta que desde que era muy chica siempre decía que queria ser ginecologa.
Mi padre es enfermero y me encantaba ir a verlo cuando estaba de guardia y me quedaba enbobada viendo lo que hacian alli.
Yo pensaba que la mayoría de las personas que entraban en medicina era de vocación, pero me sorprendió mucho que la mayoría de las personas se habian metido en esta carrera porque tenian la nota y era la que menos le disgustaba (aunque ahora le guste).
En fin, que siempre me han encantado los hospitales, y siempre me han encantado las mujeres embarazadas y no me han cambiado los gustos, así que a dia de hoy aspiro a coger ginecologia si puedo y si no pues cogeré otra especialidad por que sé que al fin y al cabo haga lo que haga me va a gustar.
SZD
Elegí la de seis
¿ Por qué ser médico?
¿Desde cuando odias las espinacas?
¡En ese momento pensé que merecía la pena lo que quería hacer!
¿Qué podría estar haciendo las 24 horas del día sin cansarme, disfrutando, y deseando volver al día siguiente?
Nunca he tenido buena memoria a la hora de recordar momentos de mi infancia. A menudo llegan como fragmentos difuminados a mi mente, pero hay algunas excepciones en tengo secuencias completas de hechos y conversaciones. Recuerdo muy bien ese momento, con tres años y en el colegio, en el que un grupo de profesores me preguntó el femenino de pato, que yo respondí pata, para inmediatamente preguntarme por el equivalente de pollo, y reírse con mi presumible respuesta. Inmediatamente después a eso me preguntaron qué quería ser de mayor, y recuerdo muy bien que se rieron cuando mi respuesta fue ser médico. Seguramente fue una risa de esas que nos salen a todos al oír decir a un niño pequeño algo gracioso, pero lo cierto es que a mí me extrañó. Son curiosas las cosas que uno recuerda.
Catorce años después me encontraba a las puertas de elegir facultad, y pese a haber tenido siempre clara mi elección me surgieron dudas; mis padres son médicos y tenía el temor de que ese hecho hubiera influido determinantemente en mis gustos. He de decir que a mi madre también le preocupaba. Estuve informándome de otras carreras, principalmente ingenierías, pero reflexionando llegué a serie unas conclusiones que me hicieron decidir. Y todas partían de una sencilla pregunta: ¿Qué podría estar haciendo las 24 horas del día sin cansarme, disfrutando, y deseando volver al día siguiente? Medicina fue de nuevo mi respuesta. No concebía nada más interesante, emocionante y sobre todo gratificante para hacer el resto de mí vida. Y entonces comenzaron a desgranarse más motivos, que se desprendían de la respuesta anterior: ayuda directa a las personas (aunque siempre he pensado que todas la profesiones ayudan a las personas), el trato con ellas, aliviar el dolor el sufrimiento, acompañar, así como la belleza de la materia que comprendía ese campo de conocimiento.
Ahora que estoy terminando la carrera, puedo decir que me alegro de la elección, y que todo eso que me motivó me emociona y me motiva a prepararme lo mejor posible para ser médico.
FIM